in ,

“Los fujimoristas no me perdonan que haya sido un vocero de la campaña ‘Keiko No Va’”

“No me hace feliz que me digan ‘Vagoncio’, pero eso no me ha desmoralizado”, dice el candidato al Congreso por el partido Juntos por el Perú.

Se llama Jorge Rodríguez Ríos, tiene 32 años y postula al Congreso con el número 7 por el partido Juntos por el Perú. Es antropólogo de la universidad San Marcos y su vocación política se inició en la universidad, luego fue uno de los promotores de la lucha contra la “Ley Pulpín” y la campaña “Keiko No Va”.

Con los años, Jorge Rodríguez se ha ganado un especial “cariño” de muchos, especialmente los fujimoristas, quienes lo llaman “Vagoncio” y han generado un sinnúmero de campañas de desprestigio contra él. Según sus enemigos, el actual candidato no ha acabado la universidad, jamás ha trabajado, o defiende las ideas extremas de Sendero Luminoso o el MRTA. Hace poco, incluso, sus “fans” inventaron que él era un padre irresponsable y que no pagaba pensión por alimentos.

Conoce a Jorge Rodríguez, su visión de la política y sus propuestas de llegar a convertirse en Congresista.

¿Por qué despiertas tanto “cariño” y tantas pasiones entre los fujimoristas?

Yo creo que no perdonan que haya sido uno de los principales promotores de la campaña “Keiko no va”, el cual fue el factor decisivo para que Keiko Fujimori no llegara al poder en el 2016. En esa campaña asumí un rol de vocería y visibilidad, claro que no fui el único. Entonces, no me perdonan eso y desde ahí ha nacido una campaña sistemática de demolición, de difamación, de calumnias, incluso me han llegado amenazas de muerte. Han querido crear en el imaginario la idea de que soy una persona que no ha terminado la universidad, que no he tenido ningún trabajo y que vivo del Estado. Todo eso es falso. Lo han hecho con el objetivo de desmoralizar, pero no lo han conseguido. Nunca he dejado de hacer política.

Para acabar con ese mito de que eres un vago o que nunca has acabado de estudiar: ¿En qué año terminaste la universidad? ¿Si buscamos tu nombre en la Sunedu podremos encontrarte?

Terminé en el 2014, soy egresado de Antropología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Yo inicio mi participación política para enfrentarme a la mafia que gobernaba en mi universidad, en la época del rector Pedro Cotillo. Yo era parte de la dirigencia estudiantil que asumió esa lucha. Apenas terminé la universidad, me fui. Yo tengo mi resolución de bachiller, pero aún no pasan mis datos a la Sunedu, lo están demorando. Si tú buscas mis papeles en la universidad, vas a ver que soy bachiller, pero la universidad aún no hace el trámite correspondiente en la Sunedu. Imagino que, como yo, debe haber varios otros que están en la misma situación por temas burocráticos. En la última visita que hice en la universidad me dijeron que esto ya se va a solucionar. En el Jurado Nacional de Elecciones aparezco como bachiller porque, obviamente, tengo cómo demostrarlo.

Otro mito es que nunca has trabajado en tu vida…   

Yo trabajo desde antes de la universidad, incluso antes de tener 18 años. Mi primer trabajo fue en la ONPE, luego trabajé estando en la universidad. La gente de mi promoción en primer año pensaba que yo era evangelista porque yo iba con ropa formal a la universidad, pero en realidad vendía libros, la enciclopedia Lexus. Luego, ya en mi parte profesional he venido trabajando todos los años, como antropólogo en instituciones vinculadas a la salud, desigualdad económica y el movimiento de los trabajadores. He declarado a la Sunat, he tenido incluso dos trabajos al mismo tiempo.

¿Tus enemigos han logrado su propósito?   

Lo que ellos quieren es hacer creer que alguien que dedica tanta pasión y entrega a la política es un vago. Yo que yo les diría es que, para dedicarme a esto, he tenido que sacrificar muchas cosas y el tiempo libre que me queda lo uso para hacer esto por convicción. Si no trabajara, ¿de qué viviría?

¿Has identificado a la gente que se ha empeñado en hacerte mala fama?

Claro que sí. Uno de ellos es el blog Catarsis & Harakiri, el que trabajaba con el pastor Julio Rosas en el Congreso. La otra página es Manifiesto, cuyo director fue denunciado por Marisa Glave por acoso. Estos ataques no me parecen algo desorganizado, sino una campaña sistemática de una organización que tiene el objetivo claro para saber a quién quieren aniquilar social y moralmente.

Este tipo de imágenes contra Jorge Rodríguez han recorrido las redes a través de diversas páginas trolls.

¿Por qué crees que hacen esa relación o comparación: «Si eres de izquierda eres un vago o eres un cochino»?

O eres un terruco… Bueno, eso no es de ahora, ese es el discurso que han tenido los que son parte del sector más conservador de la derecha y también de quienes representan el poder. Cuando existe una persona que critica el status quo y cuestiona el sistema de justicia donde algunos se benefician y otros la sufren, lo tratan de revoltoso y vago, solo porque cuestiona. Eso siempre ha usado la derecha para desprestigiar a la izquierda, pero ahora con las redes la impunidad es mucho mayor porque no hay rostros. Las redes se han convertido en los diarios chicha de los 90, funcionan con total impunidad.

Esta fue la última «denuncia» contra Jorge Rodríguez.

¿Qué opinas sobre las preguntas que hacen algunos periodistas al entrevistar a políticos de izquierda. Por ejemplo, casi nunca faltan las preguntas: “¿Estás a favor de la amnistía a Abimael Guzmán?”, “¿consideras al gobierno de Maduro como una dictadura?”, “¿de llegar el poder, el Perú sería como Venezuela?”.

Yo creo que es parte de cierto cliché que tienen los mismos sectores que tratan de desprestigiar a la izquierda. Siempre tratan de vincularte con Sendero Luminoso, Venezuela o Cuba, tratan de hacer creer a la gente que vamos a implementar modelos parecidos y finalmente tratan de llevarte a un terreno donde tú eres el enemigo, el malo al cual hay que impedir que exista o que crezca. Siempre se quedan en esas preguntas, pero no van más allá. Por ejemplo, si saben que planteamos un cambio en el modelo económico, no nos preguntan cuáles son esos cambios. Aquellos periodistas solo siguen una línea y no solo pasa en Perú sino a nivel internacional. Sucede en España, Argentina, Chile. Es parte de la estrategia general de la derecha en el mundo.

¿Qué le respondes a los que critican a la izquierda por haber apoyado, por ejemplo, a Susana Villarán y Ollanta Humala?

En el caso de Ollanta Humala y Susana Villarán quiero ser enfático: fueron ellos quienes fallaron. Fueron ellos quienes traicionaron su propuesta, no la gente. No los que nos involucramos, los que pensamos que podía haber reformas en la ciudad o que la “Gran Transformación” era coherente.

Candidatura y propuestas

¿Por qué decidiste lanzarte para congresista?

Yo hago política desde que ingresé a la universidad. Siempre he tenido una participación política activa, desde la lucha contra el rector o contra el alcalde Luis Castañeda que quiso imponer un bypass frente a San Marcos. Desde mis inicios como activista me sentí muy cercano a la izquierda. Yo siempre concebí que la sociedad donde vivíamos era desigual e injusta y necesitaba cambios, y eso me acercó a la izquierda. Entonces, después de participar en la lucha contra la “Ley Pulpín”, en la campaña “Keiko No Va”, decidimos no estar solamente en la protesta, sino pasar a la propuesta y considero que Juntos para el Perú es actualmente el partido más plural y amplio de la izquierda en estos momentos.

¿En qué momento decidiste postular?

Con el cierre del parlamento se abrió un nuevo momento para asumir un nuevo reto. Hemos estado tantas veces en las calles que era el momento de pasar de la protesta a la propuesta, de plantear soluciones para el país, y creía que estaba en las condiciones maduras para poder asumir esa responsabilidad. Pero ojo, mi candidatura no solo es una decisión individual, sino colectiva, del grupo que yo represento.

¿Cuáles son tus propuestas principales y la de Juntos por el Perú en general?

Estamos a un año y medio, y no vamos a poder cambiar todo lo que quisiéramos, pero creo que este parlamento tiene dos agendas importantes. Primero, son las reformas postergadas por el anterior Congreso, como las reformas políticas, de justicia, la elección de Tribunal Constitucional. La otra agenda es la aprobación o rechazo de los decretos de urgencia que el Gobierno ha promulgado hasta el momento. En Juntos por el Perú creemos que es urgente una reforma tributaria porque se están dando beneficios a grandes empresas. Uno de los decretos de urgencia, por ejemplo, es ampliar por tres años más las exoneraciones tributarias a las grandes mineras. Otro decreto es extender la “Ley agraria” por diez años más y eso implica una serie de exoneraciones y una gran cantidad enorme de dinero que va a dejar de entrar al fisco.

Otra propuesta que llevaremos es la reforma laboral. El país tiene 40 regímenes laborales, somos el país con mayor flexibilidad en la región. Lo de McDonald’s, lo de Las Malvinas es la regla del tipo de trabajo que se da en el Perú. Necesitamos una reforma que implique la defensa de derechos, calidad de trabajo, y devolverle al Ministerio de Trabajo y a la Sunafil las competencias para que puedan defender el trabajo digno. Esas son algunas de nuestras principales propuestas.     

Las propuestas de la izquierda son similares. ¿Por qué es tan difícil que los partidos de izquierda se presenten en un solo bloque?

Esto no es un rasgo solamente de la izquierda, la derecha también tiene sus divisiones. Ahora, sí creo que es un error que la izquierda no se haya presentado en un solo bloque porque lo que está en disputa en nuestro país ameritaba tener un solo grupo que plantee una alternativa diferenciada. Esa es una reflexión hacia adentro, una autocrítica para todos los partidos de izquierda.

Jorge, para terminar, ¿qué sientes cuando te dicen “Vagoncio”? ¿Te molesta, te incomoda, no te importa?

Bueno, no me hace feliz, pero tampoco me desmoraliza. Indigna un poco que te inventen mentiras y construyan una imagen falsa para aniquilarte, pero ello no me ha movido ningún centímetro de duda para hacer lo que estoy haciendo. Si pensaban que con eso me iban a desmoralizar, han logrado todo lo contrario. Más bien eso me ha dado más fortaleza porque si hay tanto encono contra lo que estoy haciendo es porque tienen temor. Me siento tranquilo porque sé que hay gente que se siente igual de atacada por expresiones parecidas, porque toda persona que quiere defender sus derechos, que plantee cuestionamientos a este sistema injusto, le van a decir eso y más.

Comentarios Facebook

Julio Guzmán promete ir a comer basura del río Rímac para parecer más pueblo

Carlos Ugaz: “Hay que decirle adiós al tráfico de mierda”