En las últimas horas, alumnos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) protestan contra los abusos de sus directivos pero lo que más llama la atención no son los cobros indebidos o el desinterés de la universidad por resolver el conflicto, sino el modo de protestar de los estudiantes, quienes nunca han tomado una universidad, un salón de clases, el baño de su facultad o su propio dormitorio que ahora le pertenece al perro.
En Última Noticia hicimos este pequeño recuento para entender algunas diferencias entre un alumno de universidad particular y uno de estatal. El ejemplo más claro, en el caso de las estatales, es -claro está- la universidad San Marcos.
Aquí las diferencias:
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¿Cómo llegan a la manifestación?
Alumne de la PUCP:
Llega en su propio auto, manejando con una mano en el timón y la otra mano en la puerta del carro, fumando un Lucky. Los más pobres, llegan en Uber Black. Algunos, por supuesto, se equivocan y van al parque Kennedy porque piensan que allá se originan todas las manifestaciones.
Alumno de San Marcos:
Él ya está ahí, en el campus, porque ha dormido en su salón o en el comedor, abrazando a Perrovaca, porque la lucha no se acaba con la noche, porque en la lucha no hay que dar ventajas al enemigo. Algunos, por supuesto, llegan a pie. Los más ricos llegan en El Rápido, la Daewoo o en mototaxi.
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¿Qué llevan a las manifestaciones?
Alumne de la PUCP:
Lleva su cartulina escrita con plumón Stabilo, pandereta, bombo de batucada y pashmina. Sus arengas están inspiradas en el ritmo de “El pollito pío”.
Sanmarquino:
Llega con banderolas de 1970, las que usaba el fundador del SUTEP, Horacio Zeballos. Lleva su llanta de tractor ya bañada con gasolina, troncos de leña con astillas, piedras en la mochila, ratablancas pegadas al pecho, el polo en la cabeza, cortes en los brazos y espalda, y arengas sindicalistas de 1950, actualizadas a esta época. Por supuesto, no olvida las banderas de Juventud Popular, Mariátegui, Madres de Mayo, Hugo Chávez, PCP y el Che Guevara, todas con astas de fierro por si hay que enfrentarse a los agentes de la policía, los sabuesos humanos del imperialismo.
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¿Cómo se comporta la policía?
Con el alumne de la PUCP:
La Policía Nacional del Perú, al ver al manifestante que puede ser el hijo del ministro del Interior, del jefe de la Policía, el hijo de algún político importante o el heredero de alguna empresa transnacional, le recomienda -de buenas maneras- que por favor deje de manifestar porque puede causar tráfico o, peor aún, le puede dar insolación. Este pedido lo hace, de ser posible, el propio comandante de tropa o el mismo general de la institución.
Con el sanmarquino:
Antes de llegar ya tiene 100 agentes del Grupo Terna infiltrados, entre ellos perros policías disfrazados de perros pobres. Al llegar, los alumnos de frente reciben palos, manguerazos, lacrimógenas y detienen a los que pueden. A los detenidos les siembran molotovs, droga, armas de largo alcance, un avión Tucano y un secuestrado. Y luego, sin juicio ni nada, de frente a Challapalca.
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¿Cómo es la pelea entre alumnos y policías?
Alumne de la PUCP:
No hay pelea. Al contrario, el policía ofrece protección porque en la avenida Universitaria les pueden robar los alumnos de otras universidades. Si por casualidades de la vida se genera una trifulca con los agentes del orden, pues llaman a la policía para quejarse.
Sanmarquino:
Lanza piedras, ladrillos, quema llantas, buses, grita contra el neoliberalismo, pide nueva Constitución, nuevo Código Penal, se queja de las argollas en la Literatura, pide que regresemos a la Constitución de 1979, reivindica a Arguedas, propone que los policías se vistan como danzantes de tijera y, a cambio, recibe perdigones, lacrimógenas, agua picante de pinochitos, macana en todo el cuerpo. Pero el alumno se defiende, patea, puñetea a pesar de que puede ir a la cárcel y se bebe medio litro de vinagre para no ahogarse entre tanta lacrimógena.
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¿Cómo reaccionan ante las bombas lacrimógenas?
Alumne de la PUCP:
Corre o termina ipso facto con la manifestación. En última instancia, decide desmayarse.
Sanmarquino:
Agarra la bomba a mano pelada y se la regresa a los tombos. Si hay mucho humo, saca su kit de lucha sanmarquina, el cual contiene vinagre Venturo, un trapo, sillao, pimienta, comino y sal al gusto. En plena manifestación se echa vinagre en la cara, directo a los ojos, se agrega pimienta, sal, cebolla y de paso prepara un rico escabeche.
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¿Cómo reaccionan los medios de comunicación?
Con el alumne de la PUCP:
Todos los medios de comunicación hacen causa común y apoyan la lucha por los derechos de los alumnos que deben estar reclamando algo justo. ¡No es posible que reciban ese trato! ¡No son locos para protestar! ¡Fuera Marcial Rubio!
Con el sanmarquino:
Los periodistas piden la intervención de la DINCOTE, los Sinchis, la Marina de Guerra y mercenarios a sueldo para desalojar a esos seguidores de Movadef que seguro quieren acabar con la paz que tanto costó al gobierno pacificador de Alberto Fujimori. Magaly Medina terruquea a todos los alumnos, Phillip Butters los amenaza con cárcel y Patricia del Río intenta ridiculizarlos porque protestan por miserias.
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¿Quién los defiende?
A los alumnes de PUCP:
Además de políticos, periodistas y la misma policía, los defienden actores, influencers, youtuberos e incluso el propio cine nacional se anima a hacerles películas sobre sus gestas heroicas, como detener el tráfico por media hora a las 11 de la mañana.
A los sanmarquinos:
El único que los ayuda es Perrovaca, quien va adelante, liderando la marcha, con una llanta en el cuello, al lado de su limón. Más adelante los acompañan los sicuris, quienes tocan su zampoña al ritmo de piedras y palos. Son las únicas zampoñas en el mundo que funcionan a base de gas lacrimógeno.
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¿Qué consiguen?
Alumnes de la PUCP:
Logran su cometido e incluso más de lo que pidieron para que no vuelvan a protestar porque pueden agarrar un resfriado en este cambio de clima.
Sanmarquinos:
Negocian con ellos, pero los pasean, pero ellos saben que sin lucha no hay victoria. Todos saben que pronto se vendrá otra toma.
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¿Qué pasa con las clases?
Alumnes de PUCP:
Ellos protestan en horas libres, sin perjudicar sus clases, sobre todo ahora que están en finales.
Sanmarquinos:
No teme perder el ciclo o el año entero, o la carrera entera. Sabe que en la lucha de ahora se beneficiarán las futuras generaciones. Además, si es que no ha estudiado para finales, le conviene protestar, así tiene tiempo.
10. ¿Qué sucede cuando termina la manifestación?
Con los sanmarquinos:
Aparecen en las secciones policiales de los medios.
Con los alumnes de la PUCP:
Les hacen memes.
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