Era de suponer. El país hermano de Uruguay anunció esta tarde que se encuentra en la miseria, más pobre que el Chavo del 8 en Acapulco, más misio que la congresista Chihuán y más pobre que peruano de los 80 haciendo cola para comprar pan.
Según fuentes diplomáticas, esta repentina pobreza en el país de la carne y El Bananero, se debe exclusivamente a la visita repentina de Alan García a la embajada uruguaya en Lima. En dicha estadía de dos semanas, el aprista habría comido tanto que hizo un agujero en el presupuesto de la década de dicho país.
“Yo les dije que no lo recibieran, que se hagan los locos, que cierren bien las puertas, ventanas y taponeen el desagüe, pero no me hicieron caso. Lo dejaron entrar y aquí están las consecuencias. Primero dejó sin comida a la embajada y ahora dejó sin comida a todo un país”, dijo en conferencia de prensa el presidente de Uruguay, Tabaré Vásquez.
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Ante la crisis, miles de uruguayos ya están dejando su país, en busca de nuevas oportunidades. Algunos se han ido a Brasil, otros a Argentina. Sin embargo, se estima que la gran mayoría llegará al Perú porque nos echan la culpa de su desgracia.
“Perú tiene la culpa de esta crisis, así que tendrá que asilarnos hasta que nos recuperemos. Nosotros estábamos bien, éramos la Europa de Latinoamérica, pero ahora estamos peor que Venezuela”, dijo un uruguayo, quien ya fue llamado como refuerzo para Alianza Lima.
Al cierre de esta nota, Alan García estaba acaparando todo el mercado de comida delivery en Miraflores. Se recomienda no pedir nada porque nunca llegará. Seguiremos comiendo.
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