Por tercera vez consecutiva, en una semana, una muñeca inflable choteó a un alumno de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). El hecho ocurrió en la propia casa del alumno, cuando este le invitó a salir a una convención de otakus donde además había un concurso de DOTA.
“No sólo no me respondió, sino además me ignoró. Ella puede hablar, yo le acondicioné un micrófono y le puse 2 GB de memoria RAM y un microprocesador INTEL Core i7, pero nada, me dejó en visto”, dijo muy mortificado el alumno que el año pasado ocupó el primer puesto en el ingreso, en el cómputo general y ganó un concurso de otakus vistiéndose de Jigglypuff.
“No es él, soy yo”, dijo por su parte la muñeca inflable, queriendo poner paños fríos al asunto. Sin embargo, aclaró que ella esperaba a un alumno mayor preparado, con experiencia en el amor, que no la cosifique, que sepa de feminismo y tenga respeto por la inteligencia artificial que pronto dominará el mundo.
En conversación con el alumno, le dijimos que podía denunciar a la muñeca por abandono de hogar y nos preguntó si eso era posible. Le respondimos “No”. Seguiremos informando.
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