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Vale la aclaración. Mediante un comunicado, el Ministerio de Cultura informó a la opinión pública, especialmente a turistas extranjeros, que la conocida y milenaria Danza de las Tijeras no tiene nada que ver con un baile lésbico que se baila en discotecas como el Etnias, Casona o Vichama.
Como se sabe, la Danza de las Tijeras es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad debido a que representan la cultura viva de los Andes peruanos, especialmente de las regiones Ayacucho, Huancavelica y Apurímac.
En cambio, el baile lésbico, si bien también forma parte de un ritual y es importante sobre todo para quienes lo bailan y disfrutan, aún no es reconocida como patrimonio, porque no necesita una vestimenta o música típica y no forma parte del folklore nacional.
“El baile lésbico, si bien también termina en tijerazos, aún no es considerado patrimonio, pero no desdeñamos dichas costumbres porque, finalmente, todo baile o danza tiene como fin la liberación y la felicidad del cuerpo”, señala el comunicado que leyó una señora mientras bailaba reguetón old school.
Ampliación, cuando termine la canción.
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