Adelantada a su tiempo. Un reciente estudio confirma que la ídola feminista, Frida Kahlo, tenía más que fines netamente artísticos al pintar sus famosos autorretratos y ello tiene que ver mucho con los problemas que tuvo con su pareja, el pintor Diego Rivera.
“Luego de analizar varios de sus cuadros hemos llegado a la conclusión de que Frida intentaba sacar celos a Diego, decir que estaba bien y que no lo necesitaba, pero lo hacía a través de estos autorretratos que compartía entre sus amigos porque antes no había selfies que podía colgar en su muro de Facebook”, dijo Aquiles Pinto, crítico de arte del parque Kennedy.
Según el estudioso, si hubiese existido Facebook en la época de Frida, no hubiese pintado, sino solo se hubiese dedicado a escribir post positivos, letras de canciones de amor, fotos imitando a Mon Laferte, fotos en bicicleta acompañadas con frases donde saluda a los meses o donde quiere aparentar que es feliz cuando en realidad todos saben que eres un suicida en potencia.
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“Frida quería llamar la atención. Un poco más y dibujaba lo que comía todos los días y decía que su comida era la mejor, la más sana y moralmente más superior”, agregó el crítico de arte mientras nos vendía una manzana acaramelada.
Al cierre de esta nota, estábamos pasando por Barranco, pero no nos bajamos porque no teníamos bicicleta con canastilla y nuestra máquina de escribir para redactar algo en medio del parque, donde todos nos puedan ver para que sepan lo especiales que somos. Seguiremos tomándonos selfies.
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