
Cifras que alientan. Un último estudio del Instituto de Estadística e Informática (INEI) confirmó lo que se temía: en solo una cuadrada atestada de fieles en la procesión del Señor de los Milagros se registran más punteos bravos que en un día de viaje del Metropolitano.
Según Benito Camelo, director del área de Investigación de Mercado y Alces, esto se debe a que “en la procesión la gente anda más apretada que en un bus del Metropolitano. Van tan paretados que una vez yo en la procesión no sabía cuál era mi pierna y terminé rascándome la pierna de una señorita con hábito. Es más, quise contestar mi celular, pero terminé contestando el celular de otra persona, así de apretados íbamos”.
En conversación con Última Noticia, el Cristo de Pachacamilla reprobó estos actos contra el pudor y sugirió que entre fiel y fiel debe haber por lo menos dos metros de distancia, con el fin de que se eviten roces y den paso a las señoras que venden anticuchos, turrones y chaufas al paso. Seguiremos informando.
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