in ,

Drama uruguayo: “Una rata gigante se metió a mi casa y no sé cómo sacarla”

La doctora Sincorazón responde a un ciudadano uruguayo que sufrió la invasión de una rata gigante y ahora pide ayuda porque teme por su vida. Según la víctima, la rata gigante no les ha hecho daño, pero está dejando sin comida a su familia.

Nos escriben:

Doctora Sincorazón, le escribo porque ya no sé qué hacer ni a quién recurrir. Soy Carlos, de Uruguay, pero trabajo en Perú, y no diré más por temas de seguridad.

Resulta que hace un par de semanas estaba tranquilo en mi residencia, comiendo parrilla y viendo videos de El Bananero cuando de repente pasó algo inesperado: una rata gigante me tocó la puerta y se metió a empujones diciendo “salgan de mi camino, imbéciles”, al lugar más oscuro y escondido de mi casa.

Por supuesto, yo y mi familia quedamos desconcertados. No sabíamos qué hacer, considerando que la rata es un animal sucio y posiblemente tenía rabia. Sin embargo, alertamos a todo el mundo sobre lo sucedido, incluso a un fumigador de ratas. Pero increíblemente nada pudieron hacer.

Cuando nos enteramos de quién era realmente esta rata, temimos aún más por nuestras vidas. Resulta que esta rata era perseguida por la justicia, por liderar una gran organización de ratas que han saqueado al Perú desde hace décadas. Temimos por nuestra seguridad y así que decidimos negociar para salvarnos. Le dijimos que sabíamos quién era y qué representaba y nos respondió: “¡Demuéstrenlo, imbéciles!”.

Increíblemente, la rata gigante no quería dinero porque aseguraba ya tener mucho. Nos dijo que solo quería que la escondamos un tiempo hasta terminar de cavar un túnel para fugar por la frontera y de ahí viajar a Europa, precisamente a Madrid, París o Andorra. Le dijimos que si no demoraba mucho, sí podía quedarse, incluso le ofrecimos comida, pero el miedo nunca cesó.

Han pasado algunos días y la rata no se va. Mis amigos me han recomendado comprar un gato, pero él ya se comió al nuestro. Aunque por el tamaño de la rata, más necesitaría un otorongo o un tigre de bengala.

Doctora, seguimos temiendo por nuestras vidas, pero porque nos está dejando sin comida. La plata que gano no me alcanza para comprar todo lo que come a diario. Mi familia ha dicho que soy un cobarde por no entregarla a la justicia y mis amigos me han dicho que solo es cuestión de dejar abierta la puerta para que salga o para que entre la gente a sacarlo, pero aún no me atrevo.

Doctora Sincorazón, quiero solucionar esto cuanto antes porque quiero volver a mi vida habitual: ver videos de El Bananero, ver fútbol, comer parisha y escuchar mi cassette de Los Iracundos al atardecer. Le pido encarecidamente su consejo.”

 

Consejo:
Estimado Carlos, primeramente a mí no me vengas con secretitos porque yo sé que eres diplomático y sé de qué casa hablas, así que no jodas pe. Bueno, tu familia tiene razón, eres un cobarde. ¿Qué esperas para entregar a esa rata a la justicia? Yo que tú la dejo en la vereda, amarradita como tamal, listo para Piedras Gordas. No te preocupes por el qué dirán porque al 99% de peruanos te lo agradecerá, hazme caso, no seas pelotudo. Si no lo haces, pensaré por siempre que Uruguay es solo una provincia que los argentinos recortaron porque había muchos cobardes. El futuro de tu país está en tus manos, cobarde. Sin más que decirte: Gracias por escribirnos, cobarde.
Atentamente: Tu Doctora Sincorazón.

[No te olvides de seguirnos en Twitter, oe rata: @ULnoticia]

Comentarios Facebook

Corazones de empresarios del CADE produjo una ola de frío en Paracas

Ciencia advierte: Exceso de selfies causa hemorroides a tus contactos de Facebook