Un casi ministro de Pedro Castillo renunció antes de juramentar debido a que sabía cuál era su destino, según fuentes oficiales de Palacio de Gobierno.
Tal como nos indica la fuente, cuyo nombre no vamos a revelar pero trabaja en seguridad y le dicen «Chicho», este ministro iba a ser el nuevo titular del sector del Interior porque el nuevo no estaba funcionando ya que no sabía servir café y tampoco guardar tamalitos en el baño.
Entonces, se supo que Castillo jugó a la tómbola para designar a su nuevo ministro entre diez personas que salían ebrios de El Cordano, y cuando el cuy Tito dio su veredicto, el futuro nuevo ministro de alegró porque pensó que se trataba de algún sorteo por Fiestas Patrias y aceptó.
Sin embargo, cuando se notó con saco y corbata, y un fajín ministerial, el ebrio desató de sí un milímetro de lucidez y dijo que nunca había dado su consentimiento aunque no lo recordaba, pero de todas maneras si lo dio que renunciaba.
«Mire caballero, yo seré borriacho, fumón, mantenido y todo lo que quieras, pero ministro ni a balas. Es más, yo mañana miiismo voy a denunciar al mozo de El Cordano por mandarme a ese lugar porque el cuy ese me ha mordido un dedo y eso merece una denuncia constitucional que puede hacer caer a esta dictadura», dijo el borracho cuyo nombre no revelaremos porque es un primo nuestro.
Más información, cuando sirvan el cuy.
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