Hey, hey, hey. El Ejecutivo promulgó la Ley 2345, que manda al pabellón de violadores del penal de Lurigancho a los gileritos monses de la calle y los giles que intentan seducir por inbox.
“La Ley castiga a los que lancen piropos o se quieran pasar de pendejos con mujeres que solo quieren vivir tranquilas en esta ciudad de machirulos, pendejos, desubicados y putos”, dijo en conferencia de prensa tu mamá.
La norma también indica claramente que los que escriban cosas como “amia q aces, por ke tan solita”, “amia, ¿mojitos?”, “hey hey hey grrrrr, ingrata”, también serán sancionados por acoso y, además, por ignorantes y por no aprovechar las clases de ortografía en el colegio.
“Queremos una sociedad sana, donde los varones y varonas muestren su respeto por el otro y otra, respeten el espacio ajeno y ajena, y no invadan la privacidad del otro y otra”, dijo tu vecina, mientras le contaba a la otra vecina que te vio con otra.
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