
Al igual que nuestro capi Nicola Pocella, Alan García (conocido como AG, ronsoco mayor, mamá rata y demás apelativos lanzados por los rojetes, antibida, comeniños, bbcitos de Abimael) se presentará en el sofá rojo de 5 plazas de “El valor de la verdad”, conducido por Beto Ortiz, amante del pollo a la brasa, nuestro plato de bandera.
Como se sabe, luego de buscar refugio en las alcantarillas de las embajadas, Alan Damián decidió, por voluntad propia, quedarse en el Perú y gritarle al mundo: “demuéstrenlo pues, imbéciles”. Ante el troleo sistemático del que es víctima por sus tweets, por fin se someterá a una prueba infalible en la búsqueda de la verdad: el polígrafo de Beto, el más mejor y honorable periodista peruano que no investiga, ni incomoda a los familiares de sus amigos (llámese Carla García).
“Oiga, ya estoy cansado de todas las mentiras, la leche ENCI sí era leche y además servía como yeso para tarrajear tu casa. Las largas colas los prepararon para las colas del BCP. La inflación privilegia al Perú para que sea local en cualquier hoy parte del mundo, hasta en la Antártida. Las coimas y el dinero para la reconstrucción del sur se las llevaron las ratas, pero esas no son mis ratas. Las mías están en el Congreso”, sentenció enérgicamente mientras perdía su fiambre de media mañana (3 panes con chicharrón en pan baguette, medio chancho a la caja china con sus 4 porciones de pachamanca de 11 sabores y 2 litros de coca cola zero).
Al cierre de esta nota, Tony el Gordo de Alfonso Ugarte le estaba ofreciendo a nuestro capi quedar libre, inocente, incluso oleado y sacramentado con una bula papal, o simplemente seguir armando cortinas de humo. Seguiremos informando cuando Alan nos devuelva la billetera.
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