Hipster, acostumbrado a buscar su originalidad en películas, youtube y memes, acaba de hacer el último gran descubrimiento que podría cambiar el rumbo de la gastronomía peruana. El joven, de iniciales C.H.I.L.L., llegó hoy a su casa luego celebrar San Valentín con el dinero de sus padres obviamente.
Al amanecer bajó del Uber con una botella de Corona a medio terminar. Entró a su casa, dejó la cerveza en la mesa de la cocina y subió arrastrándose hasta su dormitorio, repleto de poster de películas que no entendió pero se informa a través del youtube. Se acostó al lado de su gato y se quedó dormido.
Horas después, con sorpresa, su madre vio la cerveza con 5 trozos de limones dentro. Al olerlo, confundió el olor perfumado de la Corona con el Pinesol: limpió la cocina, la sala y hasta la casa del perro. Preparó un caldito de gallina y salió para su trabajo. El joven bajó hambriento pero con ganas de curarla. Al estar los vasos sucios, decidió servirse la Corona en un plato, mientras que en otro se servía el caldo.
“Tenía los dos platos, al mismo tiempo publicaba un meme en todas mis redes sociales y me tomaba un selfie, no me percaté de que le estaba poniendo cebollita china y cancha al plato de la cerveza. Tomé el primer sorbo y fue lo más delicioso que sentí después del cookie de chía orgánica con arándanos cultivados en las sábanas de Etiopía que compré en una feria de Barranco”, dijo mientras buscaba en youtube un poco de rock finlandés con influencia de sonidos guturales de pingüinos de la Antártida y sus toques de instrumentos ancestrales de una tribu asháninca.
Al cierre de la nota, el hipster ha experimentado con nuevos sabores. En un plato con Corona y 5 limones, puso a remojar varios trozos de pescado, le agregó cebolla y ajo, para obtener un ceviche achelado (nuevo plato). Mañana piensa probar el escabeche acoronada y tiradito en salsa de Corona. Más información, cuando volvamos a comer el ceviche de pota en la tía veneno.
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