Se presume que Recursos Humanos no le envió dicho saludo porque no estaba en planilla ni era CAS. Tan solo era un miserable locador, sin contrato, que cobra a través de recibo por honorarios.
(APA. UPI. EPA. Países Bajos) Una reparación civil de diez millones de euros, un Lamborgini y un puesto de asesor de Mechita Araoz de por vida es lo que pide un consultor del Ministerio de Trabajo, víctima de un trauma psicológico por no recibir un correo de saludo en su cumpleaños debido a que no es trabajador CAS ni está en planilla del Gobierno y por no ser pariente de Andrés Hurtado Chibolín, próximo presidente del Perú.
Para Chucho López de 45 años, graduado como ingeniero mecatrónico en la Universidad de Chupilputol de Chachapoyas, trabajar como abogado en el ministerio no es fácil, en especial porque solo le pagan por órdenes de servicio sin ningún tipo de beneficio, pero la gota que derramó el vaso fue que Recursos Humanos no le enviara un correo electrónico para saludarlo por su cumpleaños como a los demás.
“Me levanto muy temprano como los demás, tomo desayuno como los demás, llego al trabajo como los demás, me pongo al día como los demás, soy chupamedia como los demás, me encierro en el baño como los demás, hueveo todo el día como los demás y ¿soy el único pendejo al que no le mandan saludos de cumpleaños como a los demás? ¿Por qué? ¿Acaso mi sangre también no tiñe de rojo? ¿Todo porque soy locador, tercero, consultor? Yo decidí ser un día igual que los demás para tener personalidad, pero este Gobierno cojudo me está obligando a rebelarme y despertar toda mi furia y nada mejor que quejarse con los fumones holandeses”, dijo el locador sin contrato y sin vida.
El Gobierno ya ha tomado acciones para evitar perder el caso en La Haya y ha enviado al canciller Popolizio a Londres. “Yo no sé qué carajos hago acá, aquí no está la Corte, hay pura niebla y me pierdo en el metro, tampoco sé por qué no le enviaron su saludo de cumpleaños al demandante, no sé qué hace un locador y, estudiando bien el asunto, hay que ser bien miserable para inventar un régimen tan pendenciero como el CAS. ¿Quién fue ese maldito?”, dijo el canciller, al que posiblemente no le renueven el contrato.
Desde la sede de la SUTRAN, en Pensacola, donde los practicantes ganan igual que los demás, informó su reportero Faustino Sánchez Mac Mahon, quien tampoco sabe lo que hace acá pero todos los días le escriben mil cartas y llaman a su casa. Seguiremos esperando que el Gobierno se acuerde del cumpleaños del señor Chucho López.
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