Luego de ver su último recibo de luz y agua, un vecino de Puente Piedra entró en una duda existencial: no sabe si pagar tanto o mejor comprarse un departamento en una zona más céntrica de Lima.
Al igual que muchos peruanos, este puentepedrino fue víctima de las empresas de luz y agua que mandaron un recibo como si en cada hogar existiera una fábrica de baterías o todos tuviésemos cinco piscinas olímpicas.
“La verdad, para pagar esto tendría que vender mi casa e incluso así no me alcanza. Hoy reclamaré, pero si no me hacen caso tendré que mudarme”, dijo el vecino afectado por estas empresas.
El puentepedrino también pensó en que con ese dinero podría pagarse una maestría en la PUCP o pagar dos noches en la clínica San Pablo. Seguiremos agonizando.
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