Después de ser parte del grupo de empresas que se levantaron en peso al país, Graña y Montero admitió que la defecó y emitió sus disculpas públicas a través de redes sociales y otros medios, con el fin de conseguir la confianza que nunca inspiraron.
Sumado a las disculpas, la empresa anunció además que cambiarán de nombre porque ya les da roche usarlo en sus letreros y tarjetas de presentación. Asismimo, contaron que cuando sus trabajadores dicen que son de Graña y Montero, el resto guarda sus billeteras y celulares.
“Para expresar nuestro sincero deseo de empezar desde cero, hemos decidido cambiar el nombre de ‘Graña y Montero’ por ‘Montero y Graña’, para que sepan que la cosa va en serio”, dijo el gerente de la compañía mientras cuadraba su Ferrari.
En conversación con Última Noticia, un peón de construcción nos dijo que no le importaba qué nombre llevaba la empresa porque igual lo van a explotar y nunca será tan rico como esos ingenieros que nunca en su vida han cargado un ladrillo. Seguiremos mezclando.
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