Debido a la repentina invasión de un ronsoco gigante con terno, el embajador de Uruguay en Perú, Aquiles Escondo, comunicó a la prensa internacional que pedirá asilo político a la embajada más cercana para protegerse de la especie que llegó de improviso.
Según fuentes confiables, el embajador en ningún momento quiso siquiera abrirle la puerta a Alan García, pero este se metió a empujones, como cuando se invade terrenos en las lomas de Lima. Luego de esto, el embajador no supo qué hacer y por miedo a represalias lo dejó quedarse en su casa.
“Yo lamento mucho que esto haya sucedido, me he quedado sin queso. Me ha robado mi espacio, mi habitación, mi tranquilidad y tengo miedo a que me robe hasta el acento uruguasho. Pediré asilo a la embajada de Brasil”, dijo el embajador mientras dejaba pasar a Luis Alva Castro.
Intentamos hablar con Alan García, pero solo vimos asomar sus orejas por las cortinas, luego su cola por el techo. Seguiremos asilando.
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