
Debido a su comprobada efectividad como arma de guerra, el Ejército peruano decidió invertir millones de dólares para comprobar huaracas con el fin de usarlas en la lucha contra el narcotráfico en el VRAEM, para recuperar Tiwinza y, de paso, Arica y Tarapacá.
Como se recuerda, una huaraca dejó fuera de combate a un helicóptero de guerra de las Fuerzas Armadas en medio del conflicto de Las Bambas y ello despertó el interés de los generales peruanos que nunca han ganado nada, ni siquiera una jugada gratis de Ganagol.
“Estaba en nuestras narices y no nos dimos cuenta. Compraremos miles de huaracas y contrataremos a los mismos campesinos de Fuerabamba para que nos capaciten en su uso. Estas huaracas también pueden ser usadas en manifestaciones en el centro de Lima, para desalojar ambulantes en Gamarra o para exportarlas a países como Siria o Israel donde el comercio de armas es lucrativo”, dijo el comandante general de las Fuerzas Armadas, Aquiles Mato.
Al cierre de la nota, un general dijo que había cotizado cada huaraca a 10 mil dólares y 11 mil con proyectil. Ampliación, cuando terminemos de echarle ajicito al almuerzo.
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