El hombre es el verdadero virus. A una semana de la cuarentena, la población mundial ha sufrido cambios dramáticos en sus hábitos de costumbre y convivencia, pero por otro lado el planeta ha tenido la oportunidad de respirar debido a que la contaminación se ha reducido drásticamente.
Por ejemplo, gracias a esta detención de varias actividades del hombre se han podido ver delfines en Venecia, cisnes en ríos de Barcelona, pokemones en el río Rímac y, recientemente, unicornios en el parque El Olivar de San Isidro, uno de los distritos más asquerosamente pudientes de la capital peruana.
De acuerdo a las fotografías tomadas por los mismos vecinos, se pueden ver unicornios en medio del bosque de olivos, algunos corren libres y otros beben de la fuente junto a cisnes, peces dorados y un sanisidrino que salió a correr en pleno Estado de Emergencia.
“La verdad El Olivar hace rato no es un lugar donde los vecinos suelan pasear porque se llena de gente foránea, gente rara y extraña que tal vez no habla nuestro idioma. Esa gente cruza la Javier Prado e invade nuestro país que debería estar cercado. Ahora, sin esa gente marrona, por fin el parque ha vuelto a ser el de antes”, dijo una vecina que siempre nos botaba cada vez que nos veía a cinco cuadras a la redonda.
Al cierre de esta nota no pudimos a corroborar la existencia de los unicornios, pero sí pudimos comprobar que el limón ha subido en el mercado de Covida de Los Olivos. Seguiremos acaparando productos.
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