La imagen de este nuevo emprendimiento será nada menos que Alberto “Sufrí una recaída” Fujimori.
La calle está dura. La clínica Centenario, lugar que antes albergaba personas enfermas y se preocupaba por curarlas, ya olvidó sus orígenes debido a que encontró una nueva forma de ganarse la vida en este país lleno de gente viva.
Según el gerente del lugar, Aquiles Escondo, ahora no les interesa la gente enferma sino la gente sana, fuerte, llena de vigor, de vida y –sobre todo– gente que tiene problemas con la justicia, como el dictador Alberto Fujimori, quien está más sano que el doctor Peréz-Albela y Yola Polastri cuando tenían 20 años.
“Antes de que llegara Fujimori, aquí todo era normal, tranquilo, con gente enferma y aburrida. En cambio, cuando llegó Fujimori, todo dio un giro de 568 grados. Todo mejoró para todos, bueno, menos para los enfermos. Fujimori inyectó de vida a todos los trabajadores, era y es el más pilas. Además, paga bien y nos ha dado mucha publicidad, tanto así que todos los dictadores del mundo quieren venir a hospedarse en nuestra clínica para llenarse de esa energía y de paso para escapar de la justicia”, explicó el gerente mientras se tomaba un Red Bull para estar al mismo nivel que Fujimori.
El gerente agregó además que gracias a Fujimori han hallado el verdadero rubro al que quieren dedicarse: los hoteles. “La clínica pasará a ser hotel 5 estrellas. Será ideal para todo gobernante con plata, para todo dictador con billete y de paso para cualquier celebridad que quiera tener una cómoda estancia, llena de privilegios. Ya hemos tenido que reservar habitaciones para dictadores de África, Medio Oriente y hasta de familiares de Videla y Pinochet”, agregó mientras se abanicaba con dos lingotes de oro.
Quisimos saber la opinión de Alberto Fujimori, pero justo se le bajó la presión, pese a que lo vimos levantando pesas y tomando 6 Red Bull al mismo tiempo. Seguiremos ejercitándonos.
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