Convencida de su realidad, la congresista Mercedes Aráoz, la mujer más querida en Bagua, dijo tener la solución para acabar con la corrupción en el Congreso.
Según la extítere de Alan García, la mejor forma de alejar a los congresistas de la tentación que provoca la coima, el lobby y los cobros por representación, es subiendo el sueldo a 1 millón de dólares, para que trabajen sin distracciones.
«Yo creo que si nos pagan 1 millón ya no estaríamos pensando en arreglos bajo la mesa y trabajaríamos por fin por el bien del país porque si ganamos poco solo estamos pensando en cómo ganar más, cómo raspar la olla hasta sacarle chispa», dijo la congresista y topo del aprofujimontesinismo.
Ante esta propuesta, el congresista Héctor Becerril afirmó estar de acuerdo y, para demostrar su buena voluntad, dijo que incluso recibiría mayólicas o materiales de construcción como pago. Seguiremos coimeando.
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