Tótem. El heredero de la sapiencia de José Carlos Mariátegui, el gran ideólogo del neoliberalismo y el papu de los papus en el manejo de la pluma ácida e inteligente que ya quisiera imitar Gonzales Prada, el señor Aldo Mariátegui (más conocido, cariñosamente, como Alditus), alborotó nuevamente el vergel de los caviares, terrucos, rojetes y enemigos de la minería con tan solo un párrafo en Perú21.
En su tarea de descontaminar el Perú y Sudamérica, Alditus escribió (luego de escribir que desearía el indulto a Fujimori solo para ver qué cara ponían sus enemigos) que pensaba en suicidarse solo para ver qué cara ponen los rojimios, socialconfusos, rabanitos, antidesarrollo, amigos de Abimael, hermanos de Antauro y socios de Gregorio Santos.
“Yo me suicidaría solo para ver sus caras, obre todo Verónika Mendoza, Glave, Huilca, Frejolito, Velasco y otros zurdos que causan el atraso a nuestro país que no aprovecha sus recursos por ese cuento de la consulta previa, la fiscalización ambiental o con la contaminación. Me reiría en sus caras”, dijo Alditus mientras decía estas aparentes incoherencias que son muy bien entendidas por sus seguidores.
Cuando le quisimos hacer entender que si se suicida le haría un bien a la izquierda, nos dijo que éramos terrucos y que ahora mismo escribiría dos columnas de opinión para que nos arda el esfínter por tanta cólera que provocaría su pluma cargada de conocimiento de la realidad peruana al mango. Nosotros no le hicimos caso y nos fuimos a almorzar.
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