A través de un comunicado, el Vaticano confirmó por fin que Dina Balearte no tuvo reunión oficial con el papa León XIV, sino más bien fue un encuentro producto de la persecución de la presidenta peruana para tomarse un selfie.
“Lamentamos que haya usado la imagen del papa para intentar lavarse la cara. Asimismo, hacemos hincapié en que reunirse con el papa León XIV a la salida del baño de varones no cuenta como visita oficial, y menos cuando el papa aún no está totalmente cambiado”, dijo un representante de la Santa Sede mientras limpiaba con lejía y agua bendita las zonas donde había pisado Dina Balearte.
El Vaticano también anunció que, para evitar futuros altercados similares, pondrá francotiradores y guardias con armas de electroshock, con el fin de evitar momentos incómodos.
“Creemos que no son medidas exageradas, teniendo en cuenta que la presidenta peruana está acostumbrada a las balas, las armas y la violencia en general. Más bien, le rogamos al Congreso peruano que no vuelva a darle permiso para viajar, y así nos evitamos todos los momentos incómodos”, dijo un vocero del Vaticano mientras rastrillaba su fusil.
Al cierre de esta noticia, Dina Balearte estaba persiguiendo al vicepresidente de Estados Unidos para sostener una reunión al lado del tacho de basura de la capilla Sixtina.
Ampliaremos en breve.
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