Aún no compra su kilo de azúcar y su galón de kerosene, ya pasaron más de 28 años, y Benito Camelo aún sigue en la cola aprista del primer Gobierno de Alan García. Al principio dijo que no estaría más de dos semanas, pero la cola no avanzaba y este es el resultado: ahora tiene 48 años y sigue con esperanzas de recibir sus productos porque su madre lo espera en casa, sino le pega.
En la larga cola, Benito ha pasado diversas penurias y se ha perdido diversos sucesos históricos: No vio la caída del Muro de Berlín, no vio la Guerra del Golfo, el triunfo de Fujimori sobre Vargas Llosa, la desarticulación de Sendero y MRTA, la Guerra con Ecuador, la toma de la embajada japonesa, el ‘baile del calzón de Magaly Medina’, la Marcha de los Cuatro Suyos y ni siquiera se enteró de que Alan García gobernó por segunda vez, pese al desastre que hasta ahora lo tiene esperando.
En esa espera de zombie, Benito contó en exclusiva para Última Noticia, que él ha sido censado cuatro veces, en 1993, 2005 y 2007, y sin embargo no ha avanzado mucho en la cola. Incluso narró que llegó a enamorarse de la señorita que estaba delante de él y luego cómo, por diversas razones que no quiere contar, el joven que estaba atrás de él le quitó al amor de su vida.
“Son cosas que pasan. La verdad, eso pasa cuando uno vive la vida intensamente. Yo ahora ya la olvidé, pese a que estoy en medio de ellos dos. Se besan, hacen el amor, pero yo no me inmuto porque tengo amor propio, tengo entereza y pureza de espíritu, aunque tengo que limpiarme usualmente con harto papel higiénico”, dijo Benito mientras avanzó un paso.
Al igual que Benito, miles aún esperan ser atendidos desde 1988, sin embargo a los apristas les importa poco, ya que ahora están ocupados en cómo conseguir testaferros para sus propios testaferros. Seguiremos inamovilizando.
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