Tras su cierre repentino del Museo de la Santa Inquisición, hace ya algunos años, y la poca o nula información sobre su reapertura, el alcalde de Lima se indignó sobre este hecho y reclamó ante todas las autoridades, incluso ante su cantinero, sobre por qué se comete este atropello a la justicia peruana.
“Es algo indignante y de hecho es obra de los caviares amigos del comunismo que solo quieren desorden porque de eso viven pues. Por eso, desde ahora yo me comprometo a reabrir ese centro de justicia, porque así se llama y nunca debió ser museo, sino debió seguir funcionando para lo que fue creado”, dijo Porky en conversación con Última Noticia en un bar de Quilca.
Según el alcalde, no solo reabrirá este local donde se hacía entender a las personas que actuaban de manera incorrecta, sino que lo convertirá en una sede del Ministerio de Justicia, quizás la sede principal.
“Ya verán que yo sí cumplo. Para eso, para que todo sea transparente, llamaré a una licitación de máximo 400 millones, porque hay que ahorrar también, y no quiero ser recordado como un derrochador de los fondos de Lima. Más bien, ya me tengo que ir porque mis unicornios me están esperando, y esos unicornios tampoco son baratos. ¿Imaginan cuánto costó implantarles cuernos a las cebras? Pues ni se imaginan”, concluyó el alcalde y pagó la cuenta en bitcoins.
Más información, cuando convierta El Queirolo en el Ministerio de Salud. ¡Salud!
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