Padres no saben si comprar la lista de útiles o pagar unas vacaciones en Disney
En estas semanas de altas temperaturas, wasap acosadores, denuncias por ganar premios CHI-LE-NOS, otra preocupación agobia a gran parte de la población de este kiosko informal llamado Perú.
Miles de padres (ya sean primerizos, mamás o papás luchones, o familias católicas tradicionales, es decir, que incluyan al amante) se encuentran agobiados por la inversión que deben realizar para que sus bendiciones puedan recibir educación.
“Con ese dinero, señor, puedo irme de vacaciones a Disney y ya no ir a Huacho, como siempre sucede. Por qué piden tantas cosas si al final mi hijo acabará como dotero o bailando k-pop. Deberían tener un poco más consideración con los padres”, nos dijo un agobiado padre en Mesa Redonda, mientras nos ofrecía uno de sus riñones para completar lo que le faltaba comprar.
Según nuestros cálculos, con esa cantidad de dinero se puede coimear a presidentes regionales, pagar dos conferencias de Alan García, pagar la deuda de Alianza Lima y encima nos sobra para un choclo con queso de 22 soles. Seguiremos informando.
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