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Joven que se sentía orgulloso de no ver Juego de Tronos, murió virgen y sin hacer su tesis

Sólo se dedicaba a criticar y no hacía mucho por resolver sus propios problemas, como por ejemplo curar su estreñimiento

Armando Motta, es el nombre del joven que lamentablemente murió ayer en condiciones extrañas. La Policía aún investiga su deceso, aunque los agentes mostraron evidente desinterés debido a que el ahora cadáver era conocido porque se creía único, original, sin copias y casi un genio, solo porque se la pasaba diciendo en Facebook que no le gustaba la serie Juego de Tronos o que no alentaba a Perú cuando jugaba la selección de fútbol.

“Cada domingo se la pasaba diciendo que no le gustaba la serie, se la pasaba cirticando a los que sí la veían y afirmaba que HBO y Netflix eran armas de embrutecimiento del capitalismo opresor, cuyo propósito no era más que volver borregos sumisos a las generaciones para que la revolución jamás se dé para favorecer al pueblo que sufre hambre, soltería y calvicie”, dijo uno de los policías mientras se empujaba una empanada de pollo con un Frugos, su cena promedio.

El joven que probablemente se suicidó porque no tenía enamorada, amigos y ningún propósito en la vida, tampoco acabó su tesis, según comenta su profesor a quien le regalaba un panetón y medio pollo a labrasa en cada semestre.

“La verdad no era tan brillante. Cuando no había internet, le gustaba criticar a los que hacían deporte, a los que jugaban cartas, a los que tenían enamorada o a los que les gustaba estar solos. Incluso se criticaba a sí mismo cuando no tenía mucho que hacer”, aseveró el profesor que no quiso dar su nombre, pero quería que le demos para su pavo de medio año.

Al cierre de esta nota, dejamos de interesarnos por alguien se sufre por llamar la atención del resto. Seguiremos viendo a la Khaleesi.

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