¡Logró su objetivo! Un hispanista que añora el virreinato, las pelucas blancas, la Inquisición y a la familia Borbón, vendió los terrenos de sus abuelos para comprarse lo que tanto añoró de chiquito: una máquina del tiempo.
Armando Motta, un hispanista que cada 12 de octubre se va a proteger la estatua de Colón en el centro de Lima, vestido de tuno con su escudo de madera, anunció en conferencia de prensa que el sueño no era comprarse una máquina del tiempo en sí, sino viajar a un determinado momento de la historia peruana para hacer lo que hace tiempo quiere hacer.
“Yo soy consciente de que una máquina del tiempo la puede comprar cualquiera que tenga dinero, eso me enseño la película ‘Volver al futuro’. Lo que yo realmente quiero es reivindicar a la raza española desde el momento en que los no hispanos comenzaron a mellar nuestra tradición ibérica. Yo quiero viajar a la época de Túpac Amaru, con diez policías armados, y decirle en su cara a ese Túpac que es un terrorista, un hijo de Abimael Guzmán, un rojete, un zurdo empobrecedor, un comunista, un transnochado marxista, un enemigo de la libertad. ¡Viva al libertad, carajo!”, dijo el hispanista mientras todos lo miraban con su Delorean.
En conversación con Última Noticia, un físico nos dijo que el hispanista era un tarado porque las máquina del tiempo aún no se inventan y posiblemente nunca se inventen, aunque el seguidor de Laje, Milei y el Capitán Perú diga lo contrario.
“A esa persona yo le diría que pregunte si aún puede tomar ácido fólico. Y no lo digo porque crea en la máquina del tiempo, sino por hablar mal de Túpac Amaru, que vendría a ser mi tataratataratataraabuelo de parte mi madre”, dijo el físico nuclear, Domingo Túpac Amaru Quispe Mamani Bastidas.
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