Sigamos solo aplaudiendo. Gracias a la recaudación de los desinteresados aplausos y agradecimientos al personal médico, policial, militar y segregadores de residuos sólidos, el hospital Edgardo Rebagliati por fin pudo comprar dos respiradores artificiales, aparatos útiles en esta época de pandemia que nos tiene encerrados hace dos años.
Según el director del hospital, quien en todo momento se mostró sarcástico, dijo que si seguimos solo aplaudiendo, dedicando canciones, haciendo videos de Tik Tok o proponiendo una Genkidama, probablemente el hospital pueda construir un nuevo edificio solo para la atención de cuidados intensivos donde podrán albergar hasta a enfermos de otros países.
“Pedimos a la población a seguir aplaudiendo solamente sin que se metan la mano en el bolsillo. Sabemos que existen muchas plataformas para apoyarnos económicamente, pero los aplausos y homenajes son suficientes para seguir luchando contra esta pandemia que probablemente a mí no me deje celebrar mi cumpleaños en junio, porque nací en octubre”, dijo el jefe del hospital, Aquiles Kuro.
Al cierre de este informe, los ciudadanos peruanos se proponían a seguir aplaudiendo a las 6 o las 8 de la noche, aunque con menos entusiasmo por lo que el jefe del hospital pidió que le pongamos un poco más de alegría y compartamos más videos por Facebook para poder comprar implementos de bioseguridad para médicos y enfermeros. Seguiremos tosiendo.
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