Un conocido facho de las redes sociales, luego de terruquear a medio mundo, salió a la calle y por aquellos instantes mínimos de brillantez que te atacan por una vez en la vida, descubrió que la sociedad necesitaba algo más que mano dura de la policía o balazos del ejército, por lo que se le ocurrió pensar en que “si hacemos el esfuerzo por entendernos, el país podría arreglar un poco sus problemas”.
Inmediatamente después de su pensamiento sui generis, el facho corrió a su casa asustado, desconociéndose y abrió su puerta con una patada, fue al baño y se miró al espejo para decirse: “¡TERRUCO!”.
Según narra su vecino, el facho gritaba reiteradas veces: “¡TERRUCO, TERRUCO, ERES UN TERRUCO!”, y todo el barrio entró en pánico por lo que tuvieron que llamar a la policía, serenazgo y por si acaso a la DIROES.
Hasta el cierre de la nota, el facho no salía de su casa porque y –según cuenta su mamá–, la familia ya se enteró de lo sucedido y le han pedido que se entregue porque no quieren “a nadie que piense como comunista en la casa”.
Ampliación en breve, cuando terminemos de terruquear a todo el mundo.
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