¡Mijael sí se lo merece! Debido a sus actos reprochables, su comportamiento, sus investigaciones en el Poder Judicial y sus nexos oscuros con el poder, el Ejército le quitó la medalla de honor en el grado de “Gran Sobón” a “Chibolín” para dársela al capitán Mijael Garrido Lecca, héroe peruano que participó en la lucha antisubersiva, la guerra en Ucrania, la liberación de Vietman, la Independencia, la liberación de España y la lucha contra Napoleón.
Según el Ejército, caracterizado por sus históricos triunfos ante Chile y porque ninguno de sus líderes ha estado implicado en actos de corrupción o sobonería ante el poder de turno, esta medalla fue despojada a Chibolín para que descanse en el pecho de quien sí se lo merece.
“Hacemos pública esta decisión porque la medalla del Ejército debe portarse con honor, con valentía, con denuedo, con seriedad, con prosapia, con hidalguía, con elegancia, con amor, con pasión, con éxtasis… Con valor. Y nadie más valeroso que nuestro capitán eterno, desaparecido en batalla, Mijael Garrido Lecca, que seguramente está combatiendo contra los remanentes de Sendero en el VRAEM”, dijo el general Armando Motta.
En conversación con Última Noticia, el comandante general del Ejército cuyo nombre no recordamos o no preguntamos, nos intentó dar una medalla de honor para no escribir esta nota, pero le dijimos que a este medio nadie lo compara, a menos que nos invite una carapulcra chinchana con sopa seca y su litro de cachina. Al cierre de esta nota, estamos seguro que no hay institución más pulcra que nuestro Glorioso Ejército Peruano.
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