Millones de vida sin sentido, miles de mensajes sin leer y muchos planes sin concretar (justo ahora que tu ex estaba a punto de aceptarte una salida al cine), es el saldo de la segunda caída de WhatsApp en el Perú, debido a fallas propias del sistema y de la superposición de Júpiter sobre Mercurio.
Miles de peruanos no sabían qué hacer con sus vidas, así que se pusieron a trabajar, sobre todo los que laboran en el Estado. Algunos tuvieron que instalar nuevamente el chat de Messenger y otros simplemente salieron a la calle a socializar con el perro del vecino.
Ante esta realidad, la mensajería tradicional empezó a cobrar importancia nuevamente. Cientos de peruanos desesperados porque su mensaje llegaba a su destino se acercaron a Serpost, que colapsó de inmediato porque no están acostumbrados a trabajar.
“¡Ahora pe csm! ¡Ahora ingórame pe, babosazo!”, manifestó Aquiles Reparto, un cartero molesto que se negó a atendernos porque hace 20 años que no trabaja debido a las nuevas tecnologías. Cuando le dijimos que por si acaso podíamos aún comunicarnos por MSM de Facebook, dijo “¡A mí qué xuxa!” y regresó de inmediato a su hamaca.
Ampliación en breve, cuando regrese el WhatsApp…
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