Roque Benavides, uno de los magnates más ricos de nuestro país demostró que no tiene el corazón tan frío como piensa la mayoría y expresó su solidaridad con los más necesitados, al pensar en ellos por primera vez.
El empresario minero y presidente de la Confiep, dijo que si la pobreza no es buena para muchos, es porque no lo miran con optimismo porque ser rico tampoco es tan fácil.
“Un rico no vive siempre feliz porque nunca es suficiente. También tenemos que pagar deudas, como el agua para la piscina, el combustible para el Mercedes Benz o los viajes por todo el mundo. Nada es gratis”, dijo el minero, muy solidario.
Asimismo, expresó su envidia por los pobres porque “ellos tienen poco dinero y, por lo tanto, tienen pocas deudas y al final gastan poco. En proporción, ellos gastan menos que yo y eso es saludable para nuestra economía”. Al cierre de esta nota, comíamos arroz con kétchup en la cena. Seguiremos mendigando.
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