Solo le bastaron unos cuántos días para terminar de acomodarse y, finalmente, ya están listos para las elecciones 2026. La izquierda peruana, liderada por más de 40 caudillos, 37 sindicalistas, 28 dirigentes de Construcción Civil y 1 académico al que le dicen “Sandía”, anunció que ya pasaron por un proceso de organización interna cuyo saldo fue: 34 divisiones, 50 deserciones, una traición, 88 transfuguismos y 30 renuncias.
“Creemos que ahora sí estamos listos para batallar en la campaña rumbo a las elecciones de 2026. Esta vez, más unidos que nunca, le arrebataremos el poder a la derecha que no sabe gobernar, pero se aferra al poder y nunca nos lo cede a nosotros que tampoco sabemos gobernar”, dijo un representante de Venceremos mientras hacía divisiones en su calculadora.
Sobre sus propuestas de campaña, unos 50 de los voceros nos dijeron al mismo tiempo que esta vez no perderán el tiempo pidiendo un cambio de Constitución y de modelo económico, sino se centrarán más en temas urgentes, como un referéndum para determinar si la gente quiere realmente un referéndum más grandecito para determinar si quieren un cambio de Constitución y de modelo económico.
“Creemos que la delincuencia, la extorsión, la corrupción y la calvicie solo podrán ser combatidas con una nueva Constitución. Además, necesitamos fortalecer las instituciones, quitarle todos sus bienes a Dionisio Romero y que el Himno Nacional sea ‘La flor de retama’. No conocemos otra forma de cambiar el país para bien de todos”, dijo otro vocero que no se identificó.
Al cierre de esta nota, Verónika Mendoza estaba alentando a la “Vinotinto” en un partido contra Perú. Seguiremos dividiéndonos.
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