En una clara muestra de sinceridad, un señor que iba de mala gana a la misa de los domingos y se quedaba dormido ante la homilía, confesó que también se duerme en las misas virtuales a los que su esposa le obliga a asistir.
“Es inevitable. Los domingos son para descansar, para jugar su fulbito o para ir a mi Club de Cajamarquinos en Lima para unas chelitas, pero no para aburrirme en las misas donde el padre me repite que me iré al infierno cuando yo ya sé que me voy a ir”, dijo el señor antes de volver a dormir.
En conversación con Última Noticia, un sacerdote nos dijo que han registrado varios casos de señores que se duermen, por lo cual implementarán el sistema de zumbido para activar cada vez que alguien pestañee más de dos veces. Asimismo, pedirán a los familiares cercanos que les echen un baldazo de agua bendita, pero con mucha misericordia.
Seguiremos rezando.
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