Al no lograr imponer su tren chatarra del viejo oeste, el alcalde de Lima no se rinde y ahora promoverá otra maquinaria de última generación para la ruta Lima-Chosica. Según nuestro dealer, el burgomaestre ya le puso el ojo a “El Gusanito” y con él, según dijo, la capital peruana tendrá una nueva oportunidad para ingresar a la lista de países más modernos en sistema vial.
“Esta vez, gracias a que les regalé una considerable cantidad de dólares, lograré que me donen ‘El gusanito’ para darle a Lima la movilidad rápida, sostenible, moderna, de última generación y con energía limpia. Esto es lo que menos se espera de mí, y lo voy a hacer sin gastar un sol, pero claro hay que gastar en mover esa maquinaria, con lo cual el Consejo Metropolitano me aprobará desembolsar 500 millones porque tampoco todo es gratis”, dijo el alcalde mientras nos invitaba un vaso de whisky sin hielo.
“Ahora quiero ver a todos esos caviares miserables que seguro le van a encontrar cien pies al gusanito para negarle a Lima esta nueva oportunidad de mejorar el sistema de transporte. Claro, seguro les gusta viajar en el Chosicano, aplastado, punteado y sobado, por eso se opondrán a mi nuevo proyecto. Es más, por si acaso ya se ha comprobado que El Gusanito apenas tiene 60 años de vida y su máximo tope es 150 años, así que apenas es joven, y por eso es El Gusanito, y no El Gusanote. Ya me dio hambre”, dijo Porky mientras sentía hipo.
En conversación con Última Noticia, un empresario ferroviario nos dijo que el alcalde hablaba huevadas, y que más a cuenta le saldría a Lima mudarse a la sierra, y con ello no solo tendríamos mejor clima (más solcito), sino también mejor oxígeno y nuestra esperanza de vida se incrementaría a 120 años. O, más fácil, sería comprar un buen tren para Lima, uno moderno, con vías correctas y paraderos construidos.
Al cierre de esta nota, los trenes viejos estaban siendo rematados en La Parada como fierro viejo. Seguiremos viajando.


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