Cansados de jugar todos los juegos de mesa y de jugar con los sentimientos del hijo melodramático, una familia decidió ponerle más emoción a sus pasatiempos y ha optado por apostar algo poco común en los hogares normales, pero muy común en la casa de Hannibal Lecter.
Según Benito Camelo, un padre de familia de tres hijos y dos perros, desde hoy empezarán a jugar jenga para decidir a quién se comerán primero a partir del día 500 de la cuarentena por el coronavirus ya que calculan que para esa fecha escaseará la comida, el agua, la luz y la cerveza.
“No somos sádicos, sino realistas. Nos preparamos ante un posible escenario y qué mejor que hacerlo mientras nos divertimos. El primero que pierda será el primero en ir a la parrilla. El segundo será preparado al cilindro y así, veremos qué recetas hay”, dijo el entusiasta papá.
Quisimos saber más, pero ya empezaron a jugar jenga, y con tres dados. Seguiremos sazonando.
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