Porque son tiempos difíciles. Debido a la crisis por la paralización de la economía, diversos negocios vienen migrando de rumbo. Reinventarse es el único camino para la sobrevivencia. Restaurantes están pasando a ser bodegas, por ejemplo.
En ese camino se encuentran diversos clubes deportivos, ya que como se sabe los espectáculos deportivos están paralizados en nuestro país. Es insostenible seguir pagando sueldo de los peloteros sin partidos ni auspicios. Por eso, el Club Universitario de Deportes, cuyo máximo ídolo de José Olasha, ha decidido sacar provecho de su estadio.
«En realidad, no hemos tenido que ninguna refacción para que pueda funcionar como frigorífico, solo abrir las puertas para que diversos ganaderos y carnicero guarden sus productos. Adentro es tan helado que podemos garantizar que entregaremos carne sin descomposición a toda la ciudad. Esperamos que con el dinero que ingrese podamos ahora sí contratar a Diego Forlán», dijo un dirigente del club con una raspadilla en la mano.
Al cierre de esta nota, los dueños de Yerbateros estaban asustados porque su negocio podría quebrar debido a la competencia nueva que les ha surgido.
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