¡Con Suna! El día de ayer un acontecimiento llamó poderosamente la atención de nuestros redactores cuando encontraron a dos jóvenes botados en Quilca. Sucede que ambos se encontraban con trajes en las manos. Al despertar del vuelo, señalaron que se la pasaron deambulado por el centro de Lima toda la madrugada.
Lograron ingresar Cinco esquinas, Leticia, bajaron por Wilson. Entre soldados, policías, choros y el mundo del hampa, no les pasó nada. «Sucedió que decidimos disfrazarnos de canciones de Mar de Copas para pasar desapercibidos, pensamos que aunque sea el perro nos olería, pero no fue así», dijo uno de los mozuelos con su traje de «mujer noche» en la mano.
Y es que disfrazados de esa manera, obviamente se vuelven invisibles, incluso más que la copa Libertadores que ganó la U. Las canciones de dicho grupo son capaces todavía de desaparecer todo vestigio de calor corporal que te vuelve indetectable a cualquier tecnología.
Al cierre de esta nota, los jóvenes pensaban vender el producto a directores de cine para ahorrarse dinero destinado a los efectos especiales.
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