El que no debe ser nombrado, pero es conocido como Caballo Loco, ha dejado sus memorias como muestra de desprecio por la decencia y la honradez. Un día antes de su muerte, cuando recibía la última lonchera, decidió guardar su alma para una futura reencarnación o simplemente para causar el mal y seguir liberando narcotraficantes.
En estas semanas, se ha hecho público la presencia de ese objeto maligno entre nosotros. Confiamos en que José Domingo Potter pueda destruir aquel y los otros horrocruxes de Alan The Hutt.
Según los especialistas en magia negra, con ayuda de los chamanes del norte, se sabe que con solo tocar el libro, empezarías a robar billeteras y celulares en Caquetá. Si lees las dos primeras líneas, vas a querer ser político como Beteta, Mulder o Becerril. Si lees las primeras páginas, la maldición es mayor: vas a votar por Mijael Garrido Lecca.
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