El Cardenal del Perú, Monseñor de la Batalla Floja, es un hincha consumado de la selección peruana. En consecuencia, está destinando todos sus esfuerzo para premiar el logro de Gareca, con una beatificación por los milagros que ha realizado desde que es técnico en Perú, ya sea con la selección o Universitario (brrrrr qué frío).
Todos hemos sido testigos de sus milagros, más de 30 millones de personas. Así como Jesucristo convirtió el agua en vino, Gareca convirtió al borracho en deportista. Así como San Martin de Porres juntó perro, gato y pericote en un mismo plato, Gareca juntó a peruanos, fujimoristas o antifujimoristas.
En pocas palabras, ha logrado el sueño de Arguedas: unificar varias veces al Perú. De ser posible que lo declaren santo patrono del Perú y presidente de la República. Que le den una mina o entrada libre de por vida al Complejo Santa Rosa. Que la Backus le regale chelas por el resto de su vida. En fin, que dé su bendición a cada universitario que aún no acaba la tesis. Bendícenos, San Gareca.
Comentarios Facebook