Un giro inesperado en una historia que se creía superada y olvidada. Los peruanos, siempre analíticos y con una capacidad investigativa increíble, han descubierto que la mamá de Marco se fue de Italia porque se enamoró de un argentino que le cantaba y bailaba cumbia villera, ché.
No solo eso, sino que los peruanos aseguraron que ella dejó a su hijo en manos de un anciano. «Sabe Dios qué habrá vivido ese pobre muchacho, por eso era un degenerado que siempre andaba con su monito, como Kenji con Puñete», decía una señora mientras se persignaba y autoflagelaba delante de un poster de Cipriani.
Incluso muchos aseguran que ella se prefirió irse a un telo en vez de cuidar a su hijo. «Cómo es posible eso, cuando uno es madre debe ser también padre, abuelo, abuela, hermana, vecino, y todo a la vez», exclamaron.
Al cierre de esta nota, quisimos entrevistar a Marco pero nos comunicaron que acababa de llegar a Argentina pero lo han puesto en cuarentena por temor a ser un portador del Coronavirus.
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