Últimamente una enfermedad degenerativa se ha expandido entre el público femenino de nuestro país.
Al parecer es contagioso y cuyo ente trasmisor son los smartphones o alguna cámara fotográfica. Desde la primera fotografía, todas las mujeres que participaron quedan infectadas por este virus o bacteria aún no identificado pero que ya ha alarmado al ministerio de salud.
El momento de la inoculación se realiza en los preparativos para la foto que un grupo de amigas se va a tomar en alguna tarde común y corriente: todas levantan una pierna. A partir de ese momento, la enfermedad se agrava. Hasta en los selfies, en los que no aparecen las piernas, inmediatamente una de ellas se contrae como si pisara caca y en el último instante se percata de ello.
Frente a este problema de tendones, cartílagos y huesos, un grupo de amigos está organizando una pollada para recolectar fondos. Estos serán usados en la cirugía para que la pierna de una vecina vuelva a la normalidad, es decir, que en las fotos pueda poner ambos pies en la tierra sin ningún problema.
Al cierre de esta nota, este evento se empezó a masificar porque todos conocemos a alguna amiga con este mal que puede ser pasado de generación en generación como en los Buendía de Cien años de soledad.
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