Un hecho asombroso acaba de suceder en el Valle del Mantaro: una familia ha desheredado al menor de sus hijos, de 18 años, por emborracharse solamente con 24 botellas de cerveza.
Como bien se sabe, los huancaínos son seres humanos que nacen sin hígado, en vez de eso, ellos vienen con una porción más amplia de vejiga y estómago para poder beber y comer durante largas jornadas de fiestas, carnavales y santiagos.
En una fiesta de huancaínos, solo para calmar la sed, se toman 10 cajas de cerveza, 4 botellas de ron, 5 de pisco, 10 perfumes y 4 Raid Max . Al día siguiente, les espera la patasca, la sopa verde o el caldo de cabeza con lengua para curarla y seguirla. Al quinto día recién puede considerarse que la fiesta estuvo buena.
Es por ello que un joven ha sido desheredado por su familia, en Pilcomayo, cuando se emborrachó con las primeras dos cajas que tomó en carnavales. La madre muy avergonazada declaró que “ese hijo no ha nacido de mi hígado, quién será, no quiero volver a verlo jamás en mi vida, ni en ningún santiago”, al mismo tiempo que se tomaba de pico una botella de pinesol.
Al cierre de esta nota, se supo del desventurado muchacho que su perro no le mueve ni la cola, que sus amigos los bloquearon de facebook, su enamorada prefirió volver con el ex y su papá estaba realizando los trámites para quitarle el apellido, mientras le daba su pasaje en Turismo Apocalipsis para que se vaya a Lima. Terrible, chupemos.
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