Una nueva medida viene implementando el gobierno para proteger lo único valioso que tiene nuestra patria (según las grandes mayorías): el pollo a la brasa.
Las redes sociales han promovido prácticas extrañas, como la camisa floreada, la barba tupida, las bicicletas con canastillas y, peor aún, la comida orgánica, el veganismo, todo alimento libre de gluten, en desmedro del choncholí, la papa rellena, y demás joyas culinarias de nuestra.
La moda de la comida saludable ha afectado cruelmente nuestro pollo a la brasa. Hoy es común que muchas peleas amorosas empiecen, porque uno de ellos lance un malicioso «deberías dejar el pellejito, es dañino», o también familias se disuelvan después de un «no como el pellejito».
Como una medida disuasiva, el Estado ha decretado que este tipo de personas sean expulsadas del país, además de quitarles la nacionalidad. «Si quieren ser infelices, que lo sean, sin trasladar sus malos gustos y su poca vergüenza a los ciudadanos de bien que somos felices comiendo el pellejito y chupando los huesitos de nuestro bien amado pollo a la brasa», ha declarado el presidente de la República, mientras le metía harta mayonesa a sus papas fritas.
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