Una verdad más grande que la concha de Alan. Por fin, un grupo de científicos de diversas áreas determinó los traumas infantiles que son causados por sus propios papás.
El más conocido consiste en obligar al niño a ser hincha del mismo equipo que el padre. Ya sea por el frío o las alabanzas, esto va a provocar serios problemas psicológicos en el futuro.
Además, se llegó a la conclusión de que el peor ejemplo para un hijo es que el papá tome cerveza… Corona. Es inaudito que se pierdan las buenas costumbres de tomar chela de verdad, sobre todo si se va a cometer el sacrilegio de meterle limón, perejil y cancha a una cerveza.
«Con mis compañeros de cole, ya le metemos su Cartavio o Pomalca con su gaseosón, y mi viejo toma esa basura de Corona, un par de lapos me dan ganas de meterle, qué sigue, ¿que escuche cumbia fusión barranquina?», nos confesó un adolescente mientras prendía un cigarrillo nacional sin filtro.
Al cierre de esta nota, el ministerio de la familia ordenó que los padres que toman cerveza Corona no merecen celebrar su día, incluso debes ser sometidos a una tortura que consiste en ser entrevistado por Mijael Garrido Lecca. También se otorgará el derecho de cambiarse el apellido a los hijos que sientan vergüenza de sus padres por tomar esa cerveza.
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