No nos sorprende. El Coronavirus tenía previsto visitar el Congreso, el local de Fuerza Popular, la Casa del Pueblo y la casa de tu ex en estos primeros días en Perú. Sin embargo, una tragedia ha postergado sus planes.
Llegó procedente de Brasil al aeropuerto internacional de la ciudad. Trajo una maleta considerable pues piensa quedarse un largo tiempo en nuestro país. Así que decidió enviarlo a la bodega del avión. Escogió Latam a pesar de que dan poca comida.
Al arribar, grande fue su sorpresa porque estuvo esperando 5 horas, que es lo usual, y su maleta nunca salió. Se acercó al counter de la aerolínea pero la señorita le quiso vender otro pasaje. «Insisto, señorita, no quiero otro pasaje, quiero mi maleta». «Pero, señor Coro, podemos regalarle millas para las playas del Caribe, o quizás un vuelo en primera clase», le insistieron.
Cansado de la intransigencia decidió llamar al número que la aerolínea proporciona para reclamos. Le respondieron que estaban consultando su caso. «Señor periodista, llevo 5 días esperando en la línea y no me responden», dijo un acongojado Coronavirus. «Temo que ahora el dengue o la chukunguya me hagan bullying, así no se puede trabajar, ojalá INDECOPI los sancione o sino me bajo a todos allá», concluyó.
Al cierre de esta nota, al conversar con el Coronavirus, tuvimos que hacernos un despistaje. Gracias a la mazamorra de tocosh de nuestra viejita, estamos bien.
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