De nunca acabar, la mejor presidenta del Perú, en cuyo gobierno no hubo ninguna muerte por covin ni robo de celular, decidió acudir a la salvación de Alianza Lima, que al parecer jugará contra Chivilines el próximo año.
Ni bien se enteró de la destitución de Salas, Mechita acudió a Matute para juramentar, sin nadie a su alrededor, como nueva entrenadora del club blanquiazul. «Prometo traer a Lapadula», declaró para el programa de Silvio Valencia.
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