Una terrible amenaza ha lanzado el famoso grupo de hackers Anonymous. Luego de revelar los integrantes de los crímenes más aberrantes, ahora ha fijado su puntería a unos seres despreciables conocidos como «camarones».
Estos acostumbran a llegar a las juergas muy animosos, tratan de caerle bien a todo el mundo y poner la chispa. Sin embargo, cuando van a hacer la chancha, le empieza a sonar el estómago y huye rápidamente hacia el baño. El dolor desaparece, por milagro del Señor, cuando el trago ha llegado.
Los más avezados incluso regresan a su casa en taxi y con plata para el ceviche posresaca. «Debemos exponer a los camarones, que pasen vergüenza para por lo menos la próxima vez pongan los chicles siquiera», apuntó un hacker mientras nos vendía un programa crackeado.
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