Los más entusiasmados por esta cuarentena que se avecina son los Testigos de Jehová, cuya paciencia para esperar horas de horas en la puerta debería ser ya considerado un poder sobrenatural.
Irán muy equipados con mascarillas para salvar las almas pecaminosas de todos ustedes que les gusta el beso de 3, la pose de Cuto haciendo la de Ronaldinho, el salto de chukunguya desde una palmera, entre otros.
No aceptarán la vieja confiable de que no hay nadie en la casa mientras se oye que están cocinando y escuchando Agua Marina a todo volumen. Abran las puertas, pecadores.
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