Una noticia de peso ha remecido las redacciones vendehumo de los principales periódicos peruanos. El fallador de penales más importantes de nuestro fútbol peruano, Cuevita, se encuentra con uno 50 kilos de más después de arrasar con las principales chicharrronerías de su querida Trujillo.
Luego de empujarse 10 panes con chicharrón, 15 pollitos a la brasa y 4 cajas de chela en un concierto de Toño Centella, el seleccionado nacional ha sido captado en Brasil con una camista XXXXXLLLL, que solo podría ser usada por el Loco Vargas o Alan García, en un reciente partido con su club Santos.
UN pudo realizar un exhaustivo trabajo de investigación para hallar el origen del aumento de su papada. Al parecer todo se trataría de un plan urdido por el último ídolo crema, Juan Manuel El Loco Vargas.
En vista de que su equipo no le gana ni a la selección de El Salvador, empezó a buscar nuevos refuerzos para evitar la baja este año. Por eso, en su última visita a Perú, Cuevita fue invitado a una cena en la casa de Vargas. Ahí, este lo engordó, es la única forma en que podría ser recibido como ídolo crema.
Al cierre de esta nota se supo que está próximo a firmar su contrato que sería pagado con canjes en pollerías y chicharronerías. Terrible, traguemos.
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